miércoles, marzo 31, 2010

DIA 12: Purmamarca

El desayuno fue con pan, queso de cabra y mermelada… Los tres lo tomamos en la cocina que es de uso de la familia. Después salimos a esperar el colectivo en la calle principal. Cerca de las 10.30 nos bajamos en Purmamarca, mientras nuestro compañero seguía viaje hasta San Salvador de Jujuy.
No tuvimos ganas de buscar hospedaje así que solamente averiguamos en la entrada al pueblo, en Mama Coca, y ahí nos quedamos, en una habitación con dos camas.
Después de dejar nuestro equipaje, recorrimos un poco el pueblo y fuimos a hacer el Paseo de los Colorados y Mirador El Porito. Era un día de sol espectacular para esta excursión. Una caminata suave y casi sin esfuerzo, de aproximadamente 1 hora, recorriendo los cerros colorados por la tierra arcillosa. Desde El Porito se puede ver un fondo hermoso del Cerro Siete Colores y todo Purmamarca.
Bajamos de nuevo al pueblo, justo para el inicio de un acto en la plaza, por el día de la Memoria (era feriado nacional ese día). Hablaron familiares de desaparecidos, hubo unos bailarines, poesía y música. En medio del acto fuimos a comprar unas empanadas por ahí cerca. Está todo muy caro…
Después de una breve siesta, nos fuimos a recorrer Purmamarca entero (lo cual no es muy difícil ya que es muy pequeño). No está como lo recordaba. Ahora está plagado de nuevas construcciones, hosterías, hoteles y posadas de lujo, todo carísimo, una galería de compras super elegante… Todo pensado para quienes vienen con dólares o euros, nada pensado para el turismo local. Purma ya no es la misma… Me da tristeza que se copen estos lugares con construcciones o estilo de vida que no van con el paisaje, no combina con la cultura local o el estilo de vida del poblador original de Purmamarca. Y eso que Purmamarca significa “pueblo de la tierra virgen” o “pueblo del desierto”; lamentablemente, ya poco queda del significado de su nombre.
Algo desilusionados por tanto cambio, nos sentamos otro rato en la plaza a descansar, y al ratito volvimos al hostel, donde tomamos mate y jugamos a las cartas en el patio, mientras esperábamos que llegara la hora del agua caliente para las duchas.
Para la cena, fuimos a una rotisería, donde pedimos un plato de locro y otro de tallarines. Comimos en la pieza del hostel y después de otro partido de cartas, nos fuimos a dormir.

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