lunes, abril 05, 2010

DIA 15: El final de las vacaciones :(

Desayunamos y preparamos todo nuestro equipaje. Nuestro avión salía a las 15.30, pero queríamos estar temprano en el aeropuerto para almorzar allí, ya que nuestras empanadas de la noche anterior habían desaparecido…
Hicimos más rápido de lo que pensábamos, salimos, tomamos un taxi en la calle y aún no eran las 12 cuando llegamos al aeropuerto. Parecía un aeropuerto fantasma, todo estaba cerrado, todo desierto… De no ser por las personas de seguridad, éramos los únicos. Nos sentamos a leer. Alrededor del mediodía empezó a haber más gente y a las 13 fuimos a comer al único bar del aeropuerto.
Finalmente se hizo el momento de subir al avión y pasar las 2 horas que quedaban para Buenos Aires.

DIA 13 Y 14: De regreso en Salta

No perdimos el tiempo esa mañana y nos levantamos con el tiempo justo para volver a la ciudad de Salta, en un ómnibus que salía a las 10 hacia San Salvador de Jujuy, donde teníamos que conseguir otro pasaje a Salta. Pero hicimos tan rápido que nos tomamos el de las 9.20, mucho mejor. En una hora ya estábamos en Jujuy, conseguimos pasaje para las 12.
A Salta llegaríamos a eso de las 15, paramos a comer en el mismo puesto en el que almorzamos el primer día de viaje. Luego emprendimos la búsqueda de hospedaje. Después de varias cuadras de caminata, conseguimos un lindísimo hostal a 6 o 7 cuadras del centro, Hostal La Linda. Allí dejamos nuestras cosas y descansamos un rato.
Salimos a caminar más tarde, por las peatonales de Salta y alrededor de la plaza 9 de Julio, compramos algunas cosas ricas regionales. Esa noche comimos pizza en un bar de esquina, cerca de nuestro hostal.
El día siguiente fue bastante parecido al anterior, caminamos y caminamos Salta, sin demasiado que hacer, recorrimos del lado del Cerro San Bernardo donde hay un barrio de casas muy bonitas, volviendo al hostal a la hora de la merienda (que también estaba incluida en la tarifa diaria). El almuerzo fue muy bueno, en un restaurante parrilla, comimos una parrillada para dos. Y a la noche volvimos al bar de la noche anterior, donde compramos empanadas. Las comimos en el comedor del hostal, dejando un paquetito para el almuerzo del día siguiente.