miércoles, enero 24, 2007

7 DE ENERO - DIA 2


EL MOLLAR POR LA MAÑANA

Me despierto con un "Chicas, chicas! Miren!"… Y claro, en plena oscuridad, no teníamos ni idea de la vista que había: desde arriba, una bajadita hacia el valle y un fondo de cerros azulados. Todos nos fuimos despertando y poco a poco nos ubicamos en los escalones de la entrada, a desayunar con biscochitos y mate.
Ya que la idea de los siete era dejar El Mollar y seguir adelante, rearmamos nuestro equipaje y nos lo cargamos a la espalda. Siguiendo indicaciones tucumanas y un tanto contradictorias, bajamos hacia el hermoso Dique La Angostura, en cuyo amplio parque nos echamos un rato a disfrutar del sol y tomar unos mates más.
Pero pronto la ansiedad volvió a nuestros talones y, auto-bautizados como la Comunidad del Anillo, todos partimos hacia Tafi del Valle… CAMINANDO. Descartamos la ruta y con ella la posibilidad de hacer dedo aunque fuera por un trecho; lo que queríamos era seguir dentro de aquel pasiaje de pintura, y comenzamos a caminar en dirección a la ciudad que se veía tan lejos y tan pequeña. Era posible que aquella ciudad estuviera a tan pocos kilómetros? 5 ó 6? Lo creímos. Y caminamos. Primero fuimos bordeando el lago, luego siguiendo el arroyo, bajo el sol que ya subía la mañana. Paramos un par de veces para comer alguna fruta o recuperar aire. El camino iba variando con vacas, toros y caballos, incluso huesos y peces muertos. Lo único invariable era la mezcla de barro y mica que cuando uno se descuidaba llegaba hasta media pantorrilla y la distancia a la que seguíamos estando de Tafí, sin importar cuánto camináramos. Llegamos pronto a la conclusión de que se nos habían caído un par de kilómetros en el camino, y la nueva oferta aumentó a 9 km… Error otra vez! Parecía no terminar nunca pero, gracias al cielo, al final del recorrido comenzó una llovizna leve y refrescante que nos dio un poquito más de empuje.

TAFI DEL VALLE

Finalmente, después de APROXIMADOS 12 km, llegamos a Tafí del Valle, hermosa ciudad, prolija y limpia, en algún punto similar a Pinamar… llena de gente también prolija y limpia, además de muy bien vestida, que nos miraba extraño… Algunos, como si jamás hubieran visto unos mochileros embarrados, cansados y calcinados por el sol.
Nos sentamos en un bar a tomar y comer algo, mientras mirábamos la gente pasear y pensábamos si quedarnos o partir para Amaicha… La lluvia que comenzó en esos momentos, hizo que decidiéramos más rápido, de todos modos, había que descansar todo eso que habíamos caminado y no había ningún sentido en seguir viajando aquel día. Los chicos habían conseguido dónde quedarse y los seguimos. Ahora sí, en lo de Kike, estábamos en la verdadera casa de Gran Hermano, los 7 durmiendo en la misma pieza… por lo menos había espacio, 4 camas en cucheta y los demás en el piso.
La Comunidad se hizo más grande con dos chicas que encontramos ahí, al pasar al patio a lavar nuestras medias y zapatillas, sentadas ambas en unas camas antes del patio, en lo que vendría a ser la "pieza" en la que iban a dormir… pieza a la que le faltaba una pared, es decir, continuaba directamente en el patio… (Ni hay que decir que no durmieron ahí acompañadas por la lluvia, sino en la cocina, sobre un colchón de 2 plazas, acompañadas por la heladera) Nos quedamos charlando con ellas, que resultaron tener conocidos en común con algunos, y a partir de aquí, se incorporaron perfectamente a la Comunidad. Fuimos a cenar todos juntos a un galponcito cerca, y por $3 cada uno comimos empanadas con coca y cerveza! Mientras tanto, siguió lloviendo de a ratos… Más tarde, a dormir se ha dicho, y a esperar poder ir a Amaicha al otro día!!!!

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