Desayunamos temprano, esta vez, con unos ricos bollos
al horno de barro… Pronto salimos a la ruta, a esperar algún micro que nos
pudiera alcanzar hasta Purmamarca. En eso vemos que da la vuelta un remisero de
Maimará que trabajaba en Purmamarca, y nos ofreció llevarnos por $5 cada uno.
Apenas pisamos la bella pero modernizada Purma, comenzamos a buscar excursión a
las Salinas Grandes. Efectos personales que tuve que comprar por ser poco
previsora: anteojos negros ($40) y un gorro ($25)… Por suerte, mientras lamentaba mis gastos extra, también
conseguimos el bendito póster gigante de Jujuy que tanto queríamos.
Enseguida encontramos una camionetita que nos llevaría
a las Salinas, pero esperamos un ratito a que se acercaran dos personas más que
completaran el pasaje ($60 cada uno). El chofer me convidó unas hojas de coca,
que pronto empecé a mascar (no sólo para evitar efectos indeseables de la
altura que pudiera sufrir – aunque nunca los sufrí – sino también por puro
gusto…). Con los dos compañeros de viaje nuevos y con muy poca onda de su parte,
salimos a la ruta.
Tal como se suele hacer en todas las excursiones, nos detuvimos en el camino, para ver toda la Cuesta
de Lipán ondular hacia abajo, en la distancia. Sacamos las fotos de rigor allí
(pésimamente encuadrados por el compañero que nos puso bien en el medio del
camino de fondo, cosa que no se viera la cuesta!), y también más adelante en la segunda
parada, a los 4170 m.s.n.m.,
el punto más alto del camino. Finalmente llegamos a las salinas con hermoso sol,
caminamos bastante y disfrutamos del paisaje blanco. También intentamos algunas fotos locas aunque trilladas, y alrededor de las 12.30 ya estábamos volviendo a Purma.
Almorzamos en Purmamarca, en el bar que está a la
entrada en una esquina, una pizza con jamón. Lamentablemente, un puñado de gente que no sabe convivir nos
arruinó un poco el almuerzo… algunos cordobeses que se gritaban de mesa
en mesa (aunque estaban a menos de medio metro unos de otros) y un niñito en la mesa
de al lado, que no paraba de soplar su silbato de cerámica casi directamente en nuestras orejas.
Con el cerebro taladrado, terminamos de comer y nos fuimos. Teníamos unas ganas
inmensas de dormir la siesta, así que sacamos dos fotos y nos subimos al Evelia
que salía justito hacia Maimará. Menos mal que pudimos subir a ese, porque por
los cortes en San Salvador de Jujuy, no habían salido más micros. Llegamos al
hospedaje y dormimos…
Bien descansados, salimos a pasear y fuimos hasta la
plaza. Compramos unos helados en el kiosco/heladería frente a la plaza. Después
de comerlos, entramos a la iglesia que estaba abierta y todavía no conocíamos.
Es muy bonita, pequeña casi como una capilla y muy sencilla. Caminamos un poquito
y regresamos al hospedaje a ducharnos. Pronto se hizo la hora de cenar y nos quedamos
en el restaurant de Neli. Comimos super rico!!! Unas humitas y tamales, de
postre unos flancitos de quinoa! Todo delicioso. Nos quedamos hablando con ella
hasta casi la medianoche,
sobre las posibilidades de trabajo en Maimará y las diferentes actividades a
las que se dedica su gente…
2 comentarios:
Hola como estas? yo tengo pensado ir al norte en enero y queria saber cuanto sale el asaje de Purmamarca a Maimara.
muchas gracias
Hola Berenice! La verdad, no tengo idea de cuánto cuesta el pasaje de Purma a Maimará. Lo que sí te puedo decir es que son 10 minutos de viaje, podés consultar el precio en la boletería de micros de Purmamarca una vez allí, o tomar un auto a la salida, pero yo calculo que puede haber aumentado y estar enre $10 y $15.
Saludos y buen viaje!!
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